Expansion.com tiene hoy un articulo sobre las carreras del futuro, donde el grado de diseño de desarrollo y videojuegos del ESNE/Universidad Camilo Jose Cela y yo salimos referenciados, a titulo de una entrevista realizada para ellos.

No hay mucho que decir dado que el articulo es auto explicatorio.

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Títulos para los nuevos tiempos

Las universidades apuestan por nuevos grados que atiendan a las demandas de la sociedad y capaciten a los estudiantes para ejercer nuevas profesiones…

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Al elegir carrera universitaria debería primar la vocación y motivación.Sin embargo, es inevitable fijarse en las que mejores salidas profesionales presentan y, este año, según un informe realizado por Adecco Professional, esa lista sigue encabezada por Dirección y Administración de Empresas, Ingeniería Industrial, Medicina y Económicas. Es cierto que estas carreras pueden ser un trampolín hacia el empleo, pero tampoco hay que olvidar que el mercado ha cambiado y que hay nuevos nichos de negocio que demandan profesionales que los desarrollen y exploten. De hecho, se estima que el 80% de las profesiones que se van a necesitar en el futuro aún no existen. Los centros educativos son conscientes de este panorama y, por eso, cada año rediseñan su oferta formativa.

Las nuevas tecnologías son uno de los campos que mayores posibilidades ofrecen. Aunque ya hay muchas carreras, sobre todo las ingeniarías, que ya las contemplan, están naciendo nuevos centros y grados que apuestan por la especialización, porque el mundo de los videojuegos, de la animación en 3D o del diseño web son un nicho de mercado real que reclama profesionales con conocimientos y habilidades muy concretas. Pero las oportunidades no se quedan aquí: la gastronomía, el mundo de los deportes y las investigación policial son áreas que también reclaman especialistas y que la universidad ha recogido en forma de grados.

Un aspecto común de las nuevas titulaciones es que, bajo el paraguas de Bolonia, tratan de que el estudiante aprenda y experimente desde el inicio. La enseñanza tradicional se va dejando cada vez más de lado. Ahora, desde su ingreso en la facultad, los alumnos tienen prácticas y trabajan en proyectos reales que les permiten entrar en contacto directo con los problemas que surgen en el día a día en el entorno laboral. “El objetivo es crear trabajadores, no ratones de biblioteca”, coinciden desde las universidades. Con este método de trabajo y enseñanza se quiere conseguir que el estudiante no note la diferencia entre universidad y empresa, y que el periodo de adaptación desaparezca.

Nuevas tecnologías: gestión, arte y programación
El sector de la tecnología de la información y la comunicación genera ya en España un 8% del PIB, pero su potencial es mucho mayor. Por eso, los responsables del nuevo centro universitario de tecnología y arte digital, U-Tad, han preguntado durante meses a cientos de compañías qué competencias y habilidades necesita un universitario para que le contraten. A partir de las respuestas de los empresarios han elaborado tres nuevos grados que comenzarán en octubre y que abordan tres grandes áreas: gestión, arte y programación y desarrollo. Pablo Calderón, director del área académica de U-Tad, explica que su objetivo no es crear carreras estancas en las que los alumnos se centren sin más en el aprendizaje de materias concretas.

“Creemos en la especialización porque ésa es la gran baza de los estudiantes y lo que reclaman las empresas, pero también sabemos que es fundamental que comprenden cómo funcionan el resto de actividades y de departamentos que componen un negocio y para ello deben conocer una serie de materias trasversales”.

Con este punto de vista siempre presente, los planes de estudios de sus tres grados ( Ingeniaría de programación y desarrollo de contenidos digitales; dirección, creación y producción de contenidos digitales y diseño visual de contenidos digitales) comparten asignaturas. Desde primero, los alumnos de los distintos cursos forman grupos de trabajo para desarrollar proyectos reales, favoreciendo así el intercambio cultural y una visión más amplia de la labor que desempeña cada sección.

Según Calderón, el grado de Diseño es el que más demanda tiene. En él se centran en crear y desarrollar productos audiovisuales, videojuegos o contenidos digitales para campos tan dispares como medicina o aviación. En cuanto al perfil del estudiante es muy amplio, desde jóvenes que acaban de terminar elBachillerato y que sólo tienen claro que les gusta el mundo digital, aunque no comprenden todas las posibilidades que abarca, hasta creativos, artistas e ingenieros que ya trabajan en este campo pero que buscan una certificación y unos conocimientos profundos y específicos.

El universo de los videojuegos
Desde 2007, el sector de los videojuegos factura más que las industrias del cine y de la música juntas, y se estima que su facturación para 2013 puede superar los cincuenta billones de euros. Con estas perspectivas de crecimiento es evidente que se trata de un nicho de mercado con muchas posibilidades. Por eso, y porque hasta hace poco no había ningún grado oficial, desde la Escuela Universitaria de Diseño (ESENE) –centro adscrito a la Universidad Camilo José Cela– han apostado por esta titulación. Este año esperan tener más de 120 alumnos en su grado de Diseño y desarrollo de videojuegos.

Daniel Parente, director del grado, explica que “aunque el sector concreto de los videojuegos está en alza, la orientación del programa es más extensa y general. Queremos dar una cobertura más amplia para que los alumnos puedan integrarse en todos los niveles y ramas relacionadas con este campo”. Como es un área en constante innovación las materias se revisan cada año y se reorientan para que estén alineadas con las últimas tendencias del mercado. Las salidas profesionales no se limitan solo al diseño de videojuegos. Las posibilidades son numerosas y, además de las relacionadas con el dibujo, el desarrollo y la animación, también hay grandes oportunidades en el ámbito de la robótica, el control digital y el diseño de aplicaciones para programas de formación en cualquier sector empresarial.

Desde la escuela, para fomentar el contacto con el mundo empresarial han desarrollado los InHouse Labs. Un espacio en el que distintas compañías presentan sus embriones de proyectos con el objetivo de impulsarlos mediante el trabajo práctico de los alumnos y la supervisión de los responsables de estas mismas empresas.

Asimismo, el director del grado señala que el programa hace especial hincapié en fomentar la capacidad de autogeneración y de adaptación de los profesionales a las necesidades de cada momento, a la vez que tratan de fomentar desde el primer año el espíritu emprendedor.

Expertos en investigación de delitos
En España existe una larga tradición en el ámbito de la criminología. Sin embargo, hasta este año los estudios sobre este campo no han obtenido el estatus de grado universitario y sólo se podía estudiar esta materia a través de diferentes posgrados o como especialización dentro de otras carreras. Esta demanda real, junto con la presión de estudiosos del derecho que llevan tiempo reclamando que estos profesionales recibieran una formación reglada, es la que ha llevado a los responsables de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima) a apostar por este programa. Según Rodolfo Gordillo, profesor tutor del grado de Criminología de este centro, la edad del alumnado ronda los treinta años. “Aunque hay estudiantes de todo tipo, son un poco más numerosas las personas que la eligen como segunda carrera y los profesionales que trabajan en el ámbito de las fuerzas de seguridad y ven en esta titulación una forma de validar su experiencia y mejorar y completar su formación”. La acogida ha sido muy buena, con más de cien alumnos el curso pasado. La orientación de los estudios, siguiendo la filosofía de Bolonia, busca compaginar la teoría con la práctica desde el inicio. “Atendiendo a las demandas del sector y a los programas ya existentes, hemos tratado de centrarnos más en las materias relacionadas con el derecho y la psicología, teniendo siempre presente las líneas de trabajo que siguen desde Europa, las Naciones Unidas y otros organismos internacionales”, señala Gordillo.

En cuanto a las salidas profesionales se encuentran tanto en el sector público como el privado. Gordillo comenta que “la situación de estos nuevos profesionales podría asimilarse a la de los psicólogos hace tres décadas. A medida que vayan saliendo promociones, es muy probable que la demanda de profesionales aumente exponencialmente y, de forma paulatina, se cubra el vacío que actualmente existe en España”.

Gastronomía: cocinar el futuro
La cocina de vanguardia gana cada día más importancia. Pero dedicarse a la gastronomía es mucho más que saber cocinar. Requiere una formación específica en materias muy diversas. Una de las escuelas que imparte esta formación con grado propio es la Le Cordon Bleu –centro adscrito a la Universidad Francisco de Vitoria–. María Pilar Pérez de Ayala, directora ejecutiva del centro, dice que «el objetivo es ofrecer al alumno una formación integral para que pueda responder ante las diferentes situaciones de estrés que forman parte del trabajo diario de una cocina». El enfoque de Le Cordon Bleu se centra en las técnicas, “todo gira en torno a su dominio y conocimiento. Aprenden que la excelencia es fruto del compromiso y la dedicación constante. Por ello, los programas ofrecen el mismo número de horas de formación práctica y teoría”, comenta Pérez de Ayala.

Este año también es posible cursar un grado oficial. El Basque Culinary Center, apoyado en la Universidad de Mondragón, ha creado la primera facultad gastronómica que imparte el grado en Ciencias Gastronómicas y Culinarias. En toda la carrera centran sus esfuerzos en dos aspectos: la formación y la investigación.

Alex Beitia, director académico del Basque Culinary Center, explica que la procedencia del alumnado es muy homogénea, tanto de Bachillerato como perfiles ligados al mundo de la cocina, gente con experiencia profesional pero sin ninguna titulación. Sin embargo, explica que en este primer curso comienzan sólo con 56 jóvenes que acaban de terminar el Bachillerato, a los que se unirán en febrero 14 alumnos con experiencia en el mundo de la cocina. Su modelo educativo está ligado a las competencias, poniendo especial hincapié en el conocimiento, las habilidades y la actitud. Beitia dice que su modelo de enseñanza parte de que es el alumno es el que aprende y el profesor acompaña, “es casi un coach que le ayuda a dar lo mejor se sí mismo”.

Por tanto, la comunicación es un aspecto básico. Cada tres semanas hay sesiones de feedback en la que alumno y profesores revisan la trayectoria del estudiante que permite ver fallos y diseñar acciones de mejora. De este modo la evaluación es continua y global.

En un sector con la gastronomía la práctica es muy importante. Por eso en este grado tres cuartas partes del tiempo son prácticas. “Desde el principio empiezan a trabajar en grupos de diez personas tuteladas por un profesor, porque nuestro objetivo es que el alumno no note la diferencia entre universidad y empresa”, comenta Beitia.

Los ejes centrales de esta formación son: cocina y sala; gestión del negocio; ciencia y tecnología y cultura y arte. Áreas que les permitirán trabajar en la cocina, la atención al cliente y la gestión, pero también en el asesoramiento, la comunicación, así como en la creación de su propio negocio.

Jugadores en muchos terrenos
Cuando se piensa en una titulación universitaria en deporte, se piensa en un profesor de gimnasia. Pero el mundo del deporte implica mucho más. La gestión de clubes profesionales y federaciones, el turismo o la administración de instalaciones acuáticas y recreativas son algunos ejemplos de profesiones relacionadas con el ámbito del deporte. En la Universidad Europea de Madrid ven en este sector un hueco de mercado que precisa de expertos en estas materias. Nicolás de la Planta, director de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, donde se imparte el grado en Gestión Deportiva, explica que “no es lo mismo saber de deporte que gestionar unas instalaciones deportivas, es decir, saber todo lo que se necesita o la normativa específica de cada área”. Por eso las asignaturas, aunque vinculadas con titulaciones como Derecho y Dirección y Administración de Empresas, se centran en problemas concretos de cada caso y disciplina deportiva «buscando la base científica, no la receta fácil» dice De la Plata.

Un ejemplo de las especialidades ligadas al deporte es la elaboración de pavimentos deportivos, sector en el que España es uno de los principales productores y exportadores y que se encuentra en vía de crecimiento. Por otro lado, destaca que es una carrera bilingüe. Desde el primer curso se imparten clases en inglés que aumentan paulatinamente. Las prácticas son también una parte esencial que, gracias a los acuerdos firmados con distintas instituciones y empresas, el alumno puede hacer en España y en el extranjero. El perfil de los estudiantes es variado: jóvenes que acaban el Bachillerato a los que les gusta el deporte pero buscan otras salidas ligadas al ocio y la empresa, los profesionales que ya trabajan en este ámbito pero buscan una titulación oficial y adquirir conocimientos específicos y extranjeros que acceden atraídos por el liderazgo español en el deporte.

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