Llevo algunos días pensando sobre las ultimas noticias que veo en la web en relación a la nueva super hiper mega consola Ouya e a todo lo que puede representar.

Si os habéis fijado no me he echo de las diversas noticias de la misma, y de como en pocos días, ha conseguido alcanzar la cantidad de 4 000 000 de Dollars, que de hace pequeño, con una promesa de crear el ultimo dispositivo de videojuegos basados en el Tegra 3 y Android. Serán capaces de hacerlo? Personalmente creo que no, porque lo único que van realmente a hacer es micropc basado en Android y el Tegra 3, perfecto para conectar a la televisión y jugar a juegos Android en pantalla grande. Nada de nuevo, porque esto ya lo hace mi móvil con puerto MicroHDMI.

Lo que si me preocupa, e ya había escrito sobre ello, es que el delicado sistema del crowdfunding, que está todavía madurando sobre las bases de su éxito inesperado, se puede resentir de los primeros grandes fallanzos que se están acumulando en el horizonte, y estos mega-proyectos que no aportan nada de novedoso, lo único que generen es una profunda descreencia en el sistema por parte de los usuarios, que no vuelvan  a confiar fácilmente en los pequeños e independientes creativos que hubieran podido recurrir al crowdfunding para conseguir una financiación mas modesta para sus proyectos.

Catastrofista me  pueden llamar algunos, pero esto me recuerda una historia que ocurrió con los tablets Android durante el año 2011. Mientras que todos los competidores se esforzaban para hacer lo mejor que podían con los chips y las pantallas que tenían disponibles, una empresa indiana tenia el mundo de la tecnología encandilados con el Notion Ink Adam con unas especificaciones brutales y con una tecnología de visualización llamada QI Pixel, que era una mezcla de LCD y E-ink. Los pre-registros de venta se disparan de forma brutal ante la expectativa del potencial. El resultado, un tablet mediocre, con mitad de las especificaciones inexistentes, construcción de mala calidad, y miles de usuarios furiosos y engañados.

Quien puede salir ganando de un crash del crowdfunding, pues creo que nadie, porque ahora mismo el sistema  se ha consolidado como una alternativa viable para financiar proyectos, y lo único que realmente le falta es probablemente un mayor filtro de los proyectos que puedan entrar en el sistema, de forma a evitar que los vendedores de humo ( vaporware o hype) puedan hacer su domingo y perjudicar a todos los que pensamos que el crowdfunding puede ser la tabla de salvación de muchos proyectos.

Imagino que muchos serán los creadores con cabeza (que los hay) que están conteniendo su respiración para ver lo que ocurre con Ouya y la comunidad de crowdfunding.

Uno de los fundadores de Weblogs SL,Antonio Ortiz , publica en Xataka, un articulo interesante y con una buena ilustración del fenómeno de Hype que resulta de lectura interesante.

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