Emprendedor canoso

Emprendedor canoso

Up by Pixar ( Disney)

Up by Pixar ( Disney)


No, no tengo canas, o por lo menos no tengo muchas (todavía), pero he pensado escribir esta pequeña pieza sobre lo difícil que resulta emprender cuando se sale fuera del canon que la sociedad tiene de ser emprendedor.

El imaginario colectivo asocia el emprendedor  a un joven, alto, delgado, con porte atlético, voz grave, seductor, buen orador etc…. Bueno, tal vez todo lo que viene después de joven, el resto sea un poco exagerado, pero no mucho.

El importante, es que como en el mundo de la empresa de grande dimensiones, ha ido penalizando todo ser vivo que tenga mas de 35 años, en el mundo del emprendimiento se ha ido generalizando la imagen de que el emprendedor es un joven.

Ser joven tiene muchas ventajas para ser emprendedor, primero la energía natural de la juventud, que se recarga sola, y que se descarga de forma muy lenta; segundo, la cuasi ausencia de cargas familiares, asociado muchas veces por el contrario, que todavía están en casa de sus padres, hace que represente un riesgo menor que en otras situaciones. Este hecho también se relaciona directamente con la posibilidad de dedicar tiempo a un proyecto, que en un joven es máximo, mientras que en un emprendedor canoso se reduce fuertemente fruto en la mayoría de los casos de familia y cargas familiares que también reclaman su tiempo.

Esta realidad hace que muchas veces la sensación  de hablar con gente sobre emprendimiento, es como si el emprendedor canoso fuese una especie de anacronismo ambulante, una singularidad que no debería existir en una sociedad que tiene aversión a lo “viejo” por ser el reflejo de sus debilidades y fallos, en vez de referenciar lo por la sabiduría y el conocimiento acumulado que representa.

El emprender desde una edad fuera de los canones tradicionales de emprendimiento es un acto de valor y de coraje, es prueba de ser todavía mas fuerte en la determinación, el sacrificio, la perseveranza y la capacidad de aceptar los 1001 NOs que se recibe a diario, en intentos frustrados de poner trabas en las ruedas de una aventura que se está dispuesto a llevar hasta al final. Es saber encontrar la forma de conciliar todos los aspectos de la vida, y de saber luchar por mantener esos compartimiento estanques, cuando la sociedad o tu entorno mas cercano te quiere hacer ver las cosas desde otro prisma.

No he empezado a emprender muy temprano, tal vez porque he caído en la auto-trampa, de encontrar canales para implementar mis ideas, lo que hizo que tuviera necesidad de emprender fuera de las empresas donde trabajaba para poder lanzar mis proprias ideas, y auto-satisfacer mis necesidades de realización, pero cuando he empezado he descubierto, que la edad es un lastre mas en el proceso de emprender, con el que tenemos que aprender a convivir desde el principio, porque de no hacerlo, puede impactar nos de forma negativa mucho mas intensamente que el no ver el proyecto avanzar a la velocidad que soñábamos.

El importante es pensar que esas mismas canas que adornan nuestro cuero cabelludo son también los compases de una sinfonía cognitiva cuyos tiempos ya dominamos, y que nos permite ver todos los aspectos relacionados con la gigantesca tarea de empezar un nuevo proyecto ( Y mucho mas ahora con la crisis). Es un poco el mismo principio que nos hace ver fáciles todas las asignaturas de nuestra infancia, que por entonces nos parecían imposibles de asimilar.

Por eso he seleccionado la imagen de la pelicula Up para este post, por el idealismo y la persevaranza de seguir un sueño del protagonista.