Los videojuegos siempre han estado en el limiar de la aceptación y del rechazo por parte de la sociedad actual. Por mucho que nos duele a los creadores, la capacidad que tienen los videojuegos de poder actuar al nivel mas intimo del cerebro, nos capacita para el bien o para el mal, siendo la opción seleccionada dependiente de nosotros.
La estimulación y inmersión que los videojuegos son capaces de producir en el cerebro humano, y que buscamos los creadores a través de la utilización de las técnicas de diseño, puede si mal utilizada generar situaciones que a dÃa de hoy, solamente en algunos casos se pueden llamar adición, pero que a medida que la tecnologÃa vaya evolucionando de forma acelerada,  la frontera de la adición puede ser cruzada, adentrándose en territorios que pueden resultar peligrosos.
El articulo que he estado trabajando, se ha publicado en Estrella Digital, y procura reflexionar sobre donde pueden estar los nuevos limites, y como podemos nosotros creadores  ayudar a crearlos, tal como lo han hecho desde la industria de la publicidad, con la iniciativa auto-control.